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lunes, 27 de abril de 2009

Lecturas: La ciudad vista - Beatriz Sarlo



La ciudad vista
mercancías y cultura urbana
Beatriz Sarlo
Editorial Siglo XXI


(Buenos Aires)

La ciudad de Buenos Aires – como otras grandes megalópolis – ha sufrido transformaciones. Para conocerla, hay que caminar, recorrer, ver distintos lugares.
También observar, sobre todo observar los distintos lugares y los que los habitan o pasean por ellos.
A lo largo de varios años, Beatriz Sarlo recorrió la ciudad tomando fotos de aquellos lugares y personas que revelaban una mutación significativa en la vida urbana. A partir de esas imágenes, La ciudad vista muestra el Buenos Aires que se fue configurando en las últimas décadas sobre el fondo de las transformaciones que marcaron el país.
Las estampas son diversas, elocuentes, y van trazando un itinerario personal y atípico del Buenos Aires actual: la feria boliviana de Liniers y las fiestas de San Cayetano, el santuario de la Virgen de Copacabana en el Barrio Charrúa, los paseantes de fin de semana en Parque Avellaneda, los bares y las vidrieras de Palermo, los vendedores de San Telmo, los cursos de idiomas y las casas de culto en Koreatown, las construcciones de Puerto Madero.
La ciudad real, dice la autora, está atravesada por el desorden y la imperfección: por ella circulan las mercancías, en la superficie impecable del shopping y en los puestos ambulantes en la calle; los migrantes, hoy bolivianos, peruanos o coreanos, como antes italianos o españoles; los nuevos pobres arrastrados por una crisis que se agudizó a partir de los noventa, los turistas extranjeros a la caza de lo pintoresco.
Sarlo busca también las ciudades imaginadas, representaciones de la ciudad real, recortes arbitrarios o sueños urbanos, y las encuentra en la literatura de Borges, de Arlt y de los que escriben ya en el siglo XXI, en las obras de arte, en las guías turísticas, en la cíber-ciudad que ofrece la tecnología digital.
Del conjunto surge una versión de Buenos Aires que dialoga con la mirada de sus habitantes, de las crónicas rojas, de los poetas, narradores y artistas. Este ensayo lúcido y original confirma a Beatriz Sarlo en la mejor tradición de la crítica cultural, ese espacio en el que se pueden pensar las vías que elige transitar una sociedad.

Un fragmento:

“…Las ciudades ricas no tienen ambulantes sino en sus bordes marginales, migratorios, excluidos, mientras que las ciudades pobres los tienen por todas partes, también por razones que tienen que ver con la circulación: los ambulantes se concentran en los núcleos de transporte ferroviario y vial, precisamente donde se concentra la llegada de los pobres para trabajar en la ciudad, para atenderse en sus hospitales, para enfernetar su màquina administradora central. Pero también están a lo largo de calles más prósperas, donde se desplazan diferentes contingentes sociales, entre ellos, los servidores de los ricos que viven en sus proximidades, y los turistas, gente muy predispueta a confundir indigencia con color local…”.

“…Una nube de ambulantes rodea el Centro Cultural Recoleta que, abandonado los fines de semana por los muy ricos que residen en la zona, se ha convertido en paseo de quienes viven en todos los barrios y en capítulos de las guías turísticas.
Un domingo a las siete de la tarde, la zona cuyo centro es Pueyrredón y Avenida del Libertador está copada por habitantes extrabarriales y nadie que pasea por allì vive en La Isla o en la Recoleta. No se trata sólo de la ropa ni de la fonética, aunque si se observaran las etiquetas de los jeans o de las remeras, habrìa una lista de marcas los domingos y otra lista, diferente, los lunes…”.

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