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jueves, 29 de enero de 2009

Atalanta publicó Los cosacos de León Tolstoi

(Buenos Aires)
La editorial española Atalanta publicó la novela Los cosacos de León Tolstoi.

Hugo von Hofmannsthal observó una vez que no podía leer una página de Los cosacos, de Tolstói, sin recordar a Homero. En ambos casos, si dejamos aparte su común trasfondo épico, el tema es el del héroe que deja el mundo civilizado para enfrentarse a los peligros y la purificación moral de un viaje por tierras lejanas.
En 1851, cuando Tolstói tiene veintidós años, emprende un viaje al Cáucaso para unirse como cadete a la línea defensiva rusa en la guerra contra los turcos. El tiempo que pasa allí lo marcará para toda la vida y servirá de inspiración para sus primeras novelas.
Como sucede en la mayoría de sus obras tempranas, el protagonista, Olenin, es una proyección de la personalidad de su autor: un joven que ha dilapidado parte de su patrimonio y abraza la carrera militar para escapar de su vida disoluta en Moscú. Le impulsan vagos sueños de felicidad. Y ésta parece ir a su encuentro, tanto por la profunda impresión de plenitud que le produce el contacto con el Cáucaso, con los vastos y grandiosos espacios de su naturaleza y la vida sencilla de sus habitantes, que, alejados de todo artificio, personifican la fuerza eterna de la verdad natural, como por el amor que profesa a la bellísima cosaca Mariana.
Mitad estudio etnográfico, mitad cuento moral, esta novela posee una importancia artística e ideológica excepcional en la obra de Tolstói. La clara belleza de los paisajes sobre los cuales resaltan las inolvidables figuras de los cosacos –el viejo Yéroshka, Lúkashka y la bella y serena Mariana–, la intensa penetración psicológica del hombre elemental y la forma directa de transmitir la épica de una vida que se afirma a sí misma hacen de esta breve novela de juventud una pequeña obra maestra.

«Nunca se subrayará demasiado que la afinidad entre el poeta de la Ilíada y el novelista ruso es de temperamento y visión, sin que ello implique en lo más mínimo que Tolstói imitara a Homero, sino más bien que cuando Tolstói, entre los cuarenta y cuarenta y cinco años, releyó los poemas homéricos en su texto griego, debió de sentirse maravillosamente en su propio elemento.»
George Steiner. Tolstói y Dostoievski



Traducción: Fernando Otero. Rústica. 232 páginas.

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