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domingo, 20 de septiembre de 2009

Dalí, Gala, Eluard: A veinte años de la muerte de Salvador Dalí






(Buenos Aires) Araceli Otamendi

El pasado 23 enero de 2009 se cumplieron veinte años de la muerte del genial Salvador Dalí, su nombre completo era Salvador Dalí i doménech.

Había nacido el 11 de mayo de 1904 en Figueres (Girona).



Salvador Dalí fue el artista más difícil de comprender y quizás el más polémico del siglo XX.
Aunque su popularidad entre el público en general nunca se ha puesto en duda, la actitud del mundo artístico hacia este gigante del arte del siglo XX ha sido a menudo ambivalente.
Dalí pasó toda su vida construyendo la imagen de sí mismo que quería que la sociedad tuviese de su persona y de su arte. Era un artista consumado, un empresario y una celebridad internacional.
De muchas formas creó la plantilla de la carrera artística que regiría la personalidad de Andy Warhol  en la década de 1960 y, durante los últimos años del siglo XX, la de otros artistas posteriores como Damien Hirst y Tracy Emin, que vivieron intencionadamente bajo el foco de los medios de comunicación.

Para recordarlo, la Biblioteca Cervantes  Virtual  sugiere la lectura de los contenidos sobre el artista catalán recogidos en este fondo, como "Dalí y Harpo Marx: un guión inédito", artículo de Félix Fanés sobre Giraffes on Horseback Salad, libreto para una película que debía protagonizar
el famoso trío de hermanos cómicos estadounidenses. Asimismo, se puede  encontrar Daaalí, texto teatral escrito por Albert Boadella y estrenado por la compañía Els Joglars en 1999, coincidiendo  con el 10.º aniversario de la muerte del pintor".

De Salvador Dalí quedan numerosas obras en colecciones y museos, también libros escritos por él, como Diario de un genio  y  sus obras completas  y Paul Eluard fue un poeta muy popular en vida.
De la enigmática Gala, dedicada a acompañar y a sostener el mito de Dalí nos preguntamos ahora ¿qué pensaba? ¿cómo era realmente? ¿cómo era su relación con Dalí? De estas tres personas tan célebres en el siglo XX, ¿qué
podemos saber ahora? ¿cómo eran sus relaciones? Un novelista podría inventar mucho.

Recuerdo haber leido en un libro de Anaís Nin donde relata una reunión en Estados Unidos, cuando Dalí y Gala estaban allí. Alguien hablaba y de inmediato Gala hacía alguna acotación referida a Dalí, siempre Dalí, era el artista más grande, y ella se dedicaba constantemente a elaborar y perpetuar el mito.


Remontémonos a cuando Dalí conoce a Gala.


En el verano de 1929, un grupo de surrealistas entre los que estaba Luis Buñuel, René Magritte y Paul Eluard visitaron a Dalí en su estudio en Cadaqués. Sintiéndose halagado por la presencia de Eluard, poeta y uno de los fundadores del Surrealismo, Dalí empezó a trabajar en un retrato alegórico sobre su persona. Fue en esta visita cuando Dalí conoció a Gala, la mujer de Eluard, y de inmediato se consumió por el deseo de tenerla.
El mismo Buñuel, testigo de este encuentro, cuenta en Mi último suspiro que vio a Dalí acercarse, presa de la mayor excitación, diciendo: "Acaba de llegar una mujer extraordinaria".
El mismo Dalí ha descrito y comentado detalladamente este encuentro decisivo, del que  no se  encuentra en las cartas de Eluard más que el eco, a veces la amargura... sin que por ello se pierda jamás lo que parece esencial, el amor más fuerte que la separación y la preocupación por la dicha de Gala. Esta felicidad está por encima de todo. Eluard lo dice, lo repite una y otra vez, como
si quisiera convencerse a sí mismo. Y esta felicidad, evidentemente, parece indisociable de Dalí.

Desde el mismo momento en el que se conocieron, la relación de Dalí con Gala afectaría profundamente a todo lo que hiciera.



El retrato final de Eluard, que Dalí pintó mientras se embarcaba en una aventura con la mujer del modelo, contiene muchos de los símbolos que Dalí utilizó durante este período. Estos elementos son especialmente relevantes cuando uno piensa en el hecho de que Dalí afirmaba ser virgen en el
momento de su encuentro con Gala,  que su padre al escuchar que mantenían una relación,  no aprobó  su unión.

Paul Eluard - su verdadero nombre era Paul Eugéne Grindel, nació en Saint- Denis en 1895 y murió  en 1952 en Charenton- le Port. Desde muy joven participó en la creación del grupo surrealista junto  con Breton, Soupault y Aragon. Junto con éste Eluard fue, ya en vida, el poeta más popular de Francia,
y de todos los miembros del grupo surrealista, aquél que ejerció una influencia más amplia y duradera.

Pero ¿cómo fue la historia previa?

Eluard conoció a Helena Dimitrievna Diakonava, a quien él llamó Gala, en diciembre de 1912, en un sanatorio para enfermos tuberculosos de Suiza. Tenían diecisiete años. Se casaron en febrero de 1917 y tuvieron una
hija en 1918. La correspondencia entre Eluard y Gala compilada en el libro "Cartas a Gala 1924-1948"  y editada por Tusquets, se prolonga mucho más allá de la separación del poeta y su mujer en 1929, año en que Gala conoce a Dalí. Ni el divorcio en 1932 ni el matrimonio de Dalí con Gala ni siquiera el de Eluard
con "Nusch la perfecta" en 1934 van a debilitar el fervor que el poeta sentía por la que él mismo llamaba "la única mujer" de su vida.
El libro se completa con dieciocho cartas de Gala a Eluard fechadas en 1916, las únicas que se conservan.


Para Dalí, todas las imágenes femeninas  son Gala




En realidad la figura femenina asociada a la imagen de Gala aparece en numerosos cuadros de Dalí. Por ejemplo, cuando el pintor realiza el cuadro la Ascensión de Cristo, como modelo el pintor contó con un chico conocido como
Juan de Cadaqués, a quien trataría junto a Gala como un hijo adoptivo. La figura femenina inspirada en un retrato de Gala - es la cara de Gala - representa a la Virgen María o a María Magdalena, y también aparece, como la de Cristo,
sumamente escorzada.   La paloma bajo la barbilla de Gala simboliza al Espíritu Santo.
Detrás de Cristo, está la parte central (aumentada) de un girasol. El girasol puede simbolizar el amor de  Dios, el pensamiento constantemente vuelto hacia la contemplación de Dios y en ese mismo sentido, la oración. 
Esta pintura corresponde a la época en que Dalí, después de su llegada de Estados Unidos, nuevamente en España, regresa al clasicismo y al misticismo, ya que declara, en 1949 que la pintura moderna estaba obsoleta a causa de la invención de la fotografía rápida, y que para que la pintura viviera era necesario recuperar la técnica de los maestros del Renacimiento.
Además, este regreso al clasicismo y al misticismo se relaciona con los descubrimientos científicos de la época, sobre todo a la física nuclear y  la energía atómica.  A través del estilo que Dalí bautizó como místico- nuclear, el pintor intentó reproducir la fisión nuclear desmaterializando figuras y objetos, que flotan por el espacio, para demostrar así la ausencia de gravedad y la divisibilidad de la materia.
Otro de los cuadros en que se puede ver esta técnica y en el que Dalí también se inspira en Gala es “La Madona e Port Lligat”.


La correspondencia Eluard- Gala

En el prólogo al libro "Cartas a Gala" Jean Claude Carriére dice: "Todo recorrido amoroso, como éste, de cartas cuyas respuestas
no conocemos es tan incompleto como un sendero en el bosque del que sólo se encontraran ocasionales indicios. Falta también lo que se dice, o podría decirse, cuando se está con otro. Y lo que nunca se dice. Pero - aparte de que algunas revelan lo que nada más puede enseñar - lo que estas cartas permiten adivinar, las alusiones cifradas, la forma singular plasmada en la página (utilización total del papel, diversas escalas de caligrafía, las abreviaturas, la puntuación, la confidencia, la insinuación, todo nos acerca al misterio de
los corazones.
Tratándose de Gala, una de las mujeres de este siglo, el misterio se refuerza. Lo que creíamos saber de ella se tiñe bruscamente de incertidumbre. El cliché vacila. ¿Quién era ella?
La imagen de Gala, como toda imagen humana, perpetuamente vacilante, se ilumina aquí con nuevos resplandores, que sin duda abrirán el círculo oscuro. Y el rostro de ojos negros nos hará durante mucho tiempo las mismas preguntas. Veremos a esta mujer, a quien se tenía por ávida y fría - es muy cómodo despreciar los enigmas - enviar dinero e incluso paquetes de comida, durante la guerra, a su antiguo esposo,
casado con otra. La adivinaremos siguiendo atentamente su obra, y también su vida, la sentiremos incluso enamorada por momentos.
Podemos imaginar su papel vigilante. Basta con no olvidar lo que decía a Eluard en una de sus cartas de juventud:"Ponte por encima de tu orgullo".
Y recordemos que también le dijo: "No me amas como yo te amo".

Gala sobrevivió treinta años a Eluard. Durante treinta años conservó esta correspondencia, incluso los telegramas y las tarjetas postales...
ella que se decía enemiga de todo recuerdo. ¿Releía las cartas? No lo sabemos, Quizás las había olvidado. Mientras se vive, puede haber una tendencia a descuidar los propios vestigios. Es la muerte la que da peso a las palabras. Hoy sólo quedan estas huellas de ausencia, fragmentos más duraderos que dos cuerpos enterrrados".

(c) Araceli Otamendi- Archivos del Sur

bibliografía:  Paul Eluard, Cartas a Gala 1924-1948, Edición de Pierre Dreyfus, Prólogo de Jean-Claude Carriére, Editorial Tusquets

Dalí, Dirección creativa y edición: Nick Wells, Editorial Edimat

Dalí, Investigación y textos: Joseph Rius, Editorial Sol

Salvador Dalí, Obra completa, Ediciones Destino – Fundación Gala-Salvador Dalí  Sociedad Estatal de conmemoraciones culturales  

Sitios web:

Fundación Gala-Salvador Dalí


notas relacionadas:

Un libro sobre Salvador Dalí presenta una guía completa de su obra



imágenes:

Salvador Dalí, Retrato de Paul Eluard, 1929

Salvador Dalí, La Ascensión de Cristo (La Piedad), 1958

1 comentario:

Alejandro Emilio Ramírez Ravelo dijo...

No puede decirse más en tan poco espacio sobre la relación de Dalí y Eluard en su vínculo con la enigmática Gala.
Gracias Araceli.