Seguir en Twitter

miércoles, 14 de julio de 2010

Cómo llegué a ser editor de un periódico agrícola - Rafael R. Sirvén




LO PROFUNDO EN LA SUPERFICIE
(Centenario de la muerte de Mark Twain)

(Buenos Aires) Rafael R. Sirvén

Muchas veces me preguntaron cuales habían sido mis primeras lecturas. La respuesta no es fácil porque la memoria traiciona y en forma natural se entremezclan recuerdos, mensajes publicitarios, carteles de la vía pública, o de revistas que también sirvieron como práctica de mis inicios en la lectura. Como nunca debe esquivarse la respuesta por fin acuden a mis pensamientos “Las aventuras de Tom Sawyer” o “La cabaña del Tío Tom”.

El recuerdo viene al caso porque el 21 de abril pasado se cumplieron cien años de la muerte de Samuel Langhorne Clemens quien, para la ficción eligió el nombre Mark Twain. Una braza de profundidad es insuficiente para navegar, distinta y favorable sería la marca de dos brazas en la sondaleza. El joven Samuel debió haber escuchado la alegría de ¡Mark twain! y el calado ya deseado para conducir las naves por el Mississippi sin peligros. Las canciones de los negros también aludían a la salvadora marca, de dos brazas, desde las orillas y en las tabernas.

Fueron varias las obras que inmortalizaron a Mark Twain quien había incursionado en la novela histórica con “Príncipe y mendigo”, o más fantasiosas como “Un yanqui en la corte del Rey Arturo” o las famosas “Aventuras de Huckelberry Finn”, pero aquí sólo quiero referirme a “Cómo redacté un periódico agrícola”, corresponde por la temática y sobre todo por lo profundo de su mensaje.

Como siempre en Twain la lectura es amena, alegre y también fácil. Los entendidos en literatura, por cierto no yo, para no convertirme en el blanco de su profundo mensaje, lo asemejan con Charles Dickens. En el escrito del periódico agrícola, tras el humor aparece una penetrante crítica a quienes escriben o predican sobre temas sin disponer de la necesaria idoneidad. En nuestro país sobran ejemplos, desde del deportista que quiere dar cátedra política o, al revés el político que habla más de un partido de fútbol que de problemas de más candente resolución.

Ya en el tema forestal es de evidente humor el consejo de Twain en su diario para que, los productores sacudan los árboles para cosechar los nabos. Salvando las diferencias, hoy en día y en nuestro país no faltan periodistas que hablan que se forestó con naranjos o pomelos en tal o cual provincia. La vigencia del escrito “Como redacté un periódico agrícola” también es sorprendente toda vez que, al revés de lo que corresponde, se privilegia la cantidad de audiencia o la tirada antes que la calidad o profundidad de lo que se ofrece al público.

Por eso lo de Mark Twain no era superficial, la escasa profundidad en la navegación puede ser de consecuencias graves y producir irreversibles averías y riesgo para los tripulantes. En las tinieblas el grito ¡Mark Twain! es el esperado por la profundidad necesaria.


(c) Rafael R. Sirvén
http://blogs.clarin.com/rafasirven/
Rafael  R. Sirvén

Es Ingeniero Agrónomo.
Periodista Agropecuario (Circulo Argentino de Periodistas Agropecuarios-Facultad de Agronomía UBA)
Coordinador del área de Imagen y Difusión (Dirección de Producción Forestal del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca-MAGyP)
Editó la revista“SAGPyA Forestal” a partir del Nº 23 (junio 2002) hasta el N° 37, de marzo 2006. Soporte: Papel (ISSN 0328-9710) (ISSN 1667-846X).
En el Comité organizador, área de Difusión del Congreso Forestal Mundial (Buenos Aires, 2009)
Miembro del Círculo Argentino de Periodistas Agropecuarios (N° 1079)
Edita el blog Conversaciones Rurales en http://blogs.clarin.com/rafasirven/
Integra el foro de editores científicos (CAYCIT)
Integrante del Grupo de Comunicadores del Gran Chaco.
Editó de la Revista de la Comisión Nacional del Álamo y publicó numerosos artículos técnicos y de divulgación en revistas vecinales (El Juglar de Bella Vista) e institucionales
Profesional del ex Consejo Agrario Nacional y del ex Instituto Forestal Nacional.



1 comentario:

Enrique Joaquín Sirvén dijo...

Muy oportuno en época de ¡tanto macaneo!